"El propósito del Aikido es desarrollar el verdadero ser humano.
No debería utilizarse para exhibir el ego"
Kisshomaru Ueshiba
Nuestro estilo es el siguiente:
En japonés, DO, viene a significar camino, método, vía, manera; AI, por un lado significa armonía, pero también, amor y KI, energía, intención, aliento, espíritu, por lo tanto, el Aikido seria: el método o camino de armonizar el ki (la energía)
El Aikido lo desarrolla el Maestro Morihei Ueshiba en Japón, a principios del siglo XX, como culminación a sus muchos años de experiencia y estudio, de las tradicionales artes de combate japonesas (Budo.)
El Aikido está considerado en Occidente como un Arte Marcial, pero esta idea no es la más precisa, ni la más adecuada, porque el Aikido no es un Arte Marcial al uso que este enfocado “expresamente” a la defensa personal, sino que es una actividad en la que se trabajan y cultivan aspectos, que son fundamentales, para el desarrollo y crecimiento personal. Pero no es una terapia.
Una peculiaridad importante del Aikido es que no se le puede considerar, en ningún caso, como un deporte, y no solo porque no haya competición. El Aikido es un Arte, eso si, que surge, se inspira y se basa en las tradicionales Artes de Combate o Artes de la Guerra japonesas, pero su finalidad no es “vencer, someter o inutilizar a un atacante”, sino integrar, unificar y armonizar la vida y la energía (ki).
El propósito del Aikido es desarrollar al verdadero ser humano. No debería utilizarse para exhibir el ego, nos dice el hijo del Fundador, K. Ueshiba, en su libro titulado “El espíritu del Aikido”
Nuestro Aikido no esta basado en la fuerza, ni en la agresividad, ni en la violencia, pero si hay firmeza, energía y disciplina; nuestro Aikido intenta ser lo más fiel posible al espíritu y filosofía manifestado por el Fundador Morihei Ueshiba.
El Aikido, en ningún caso, se puede concebir como una actividad deportiva o competitiva, que su objetivo sea “ganar a otro”, en todo caso, como expresaba el M. Ueshiba: “la victoria es la que se da sobre uno mismo” El propósito o la finalidad de “nuestro” Aikido, es la integración, la unidad, la armonía, el equilibrio, tanto con uno mismo, como con todo lo que nos rodea.
El Aikido es un arte que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos en todos los sentidos, tanto positivos como negativos. Como nos dice el actual Doshu, Moriteru Ueshiba en el prefacio del libro “The Art of Aikido”, sobre lo que el fundador Morihei Ueshiba decía del Aikido:
En el verdadero Budo, no hay enemigo. El verdadero Budo tiene una función de amor. El verdadero Budo es masakatsu, agatsu, katsuhayabi (la verdadera victoria es sobre uno mismo) Esta es la absoluta “victoria”, y es absoluta porque no compite con nada. La victoria es liberar totalmente la mente, el espíritu y el pensamiento de disputas y conflictos con nosotros mismos.
Aiki no es un arte de lucha o de vencer a un enemigo. Es una Vía en la cual se armoniza toda la gente en una sola familia. La esencia del Aikido es situarse uno mismo en consonancia con el funcionamiento del Universo para llegar a ser uno conjuntamente con el Universo. Aquellos que han captado el significado profundo del Aikido poseen el universo en su interior.
La escuela tiene un número limitado de alumnos. Para practicar en nuestra escuela hay que ser admitido, y para ello hay dos condiciones:
Casa de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada
Avenida Juan Pablo II, 45,
28224 Pozuelo de Alarcón - estación -
MADRID
Practica Aikido desde el año 1978. Ha sido alumno del maestro Yashunari Kitaura (8º dan) que introdujo el Aikido en España, y quien le inicio en la práctica del Aikido. Ha practicado con diferentes maestros tanto españoles (Mariano Atienza y Rafael Regaño) como japoneses (K. Ueshiba, Moriteru Ueshiba, K. Asai, K. Chiba, Y. Fujimoto, T. Ichimura, M. Kanetsuka, etc.), y ha asistido a mútiples cursos y encuentros de Aikido tanto en España como en el extranjero. Ha impartido y realizado cursos y clases en diversos grupos de Aikido é Instituciones de Madrid, Segovia y Almeria.
Bernardo García Tapia
Javier Miguel López.
Profesor sustituto:
Rodrigo Avilés López
EN EL MISMO LUGAR DE LA PRÁCTICA